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Mostrando entradas de julio, 2010

Asamblea de la Sociedad de Escritores-2010

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La escritora Maribel Barreto encabeza la nueva Comisión Directiva de la Sociedad de Escritores del Paraguay. La elección se realizó el viernes 23, en la sede de la Universidad Iberoamericana, con la presencia de numerosos escritores paraguayos. En la foto, Irina Ráfols, María Eugenia Garay, Sofía Valenzuela, Ricardo Caballero Aquino, Lisandro Cardozo, José Félix Carrillo, el precioso niño de Juan de Urraza, Oscar Pineda, Alejandro Hernández,Maribel Barreto, María Eugenia Ayala, Juan de Urraza, Brígido Bogado, Dirma Pardo, Emi Kasamatsu, José Pérez Reyes, Daysi Chaparro, Feliciano Acosta y yo. Un instante muy lindo eternizado por la magia de una cámara.

Relatos sueltos - Abuela Rosa

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De "Micro-relatos para Julietta y tres historias de amor" Tenía 15 años cuando volví de Buenos Aires y asistí de polizón a varias fiestas con María Mercedes (Tachi), mi tía paterna con la que apenas tenemos dos meses de diferencia de edad y nos hemos criado cercanas, con un cariño intenso. Con abuela Rosa soliamos ir de mañana temprano al centro, para comprar telas en La Riojana. Por esa época ella tenía un autito celeste que aprendió a manejar ya en la edad madura. Apenas unos pocos años antes, cada vez que venía a Asunción (desde Villa Hayes o Buenos Aires), soliamos hacer el trayecto desde Villa Morra hasta el centro, en el viejo tranvía que transitaba por la avenida Mariscal López. Después de comprar las telas, era un ritual comer chipa so’o sobre la calle Palma, para luego volver a la casa. Abuela a comandar el almuerzo y nosotras a escuchar música, leer o reirnos a carcajadas. Tachi era hermosa y todo le qu

Relatos sueltos - Para ensayar sonrisas

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De "Ronda en las Olas", que cumplió 20 años, ahora en el 2010. (El relato está dedicado a mi primer hijo, que resultó ser Melissa) Siempre creía que ya lo tenía todo, que no me faltaba nada para madurar, para ser yo misma, en forma entera. Estaba equivocada, ahora sé que antes de que existieras dentro de mí, no estaba completa, antes de tu primer latido, de tus primeros movimientos, de que tomaras forma dentro de mi vientre, era sólo la mitad de una mujer. Es tarde y no puedo dormir, no puedo dormir porque falta tan poco y, sin embargo, me parece tanto tiempo, tan poco pero tan mucho porque ya no soporto la ansiedad por conocerte, o sea, de verte cara a cara porque ya te conozco pequeño capullito. Ya te conozco porque desde un principio tuvimos una línea directa de mi corazón al tuyo chiquitito y sé que te gusta estar allí en tu cueva calentita, unido a mí por un cordón rosado. Te cono

Relatos sueltos - La mariposa amarilla

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De "Cuentos para tres mariposas" Eran como las tres de alguna tarde de alguna primavera. Estaba desparramada en una silleta baja de madera, ahuecada en el fondo con tablas encontradas, hecha por abuelo de esa manera para que me fuera más cómoda. Aún no sabía medirlo, pero en ese tiempo, durante su ausencia, hubiese ido y vuelto miles de veces al cielo. Los lápices de colores que me compró ya se habían gastado y también había acabado hacía mucho tiempo, las grandes cantidades de chocolatada que me dejó de reserva. Y no volvía. Estaba demasiado triste como para salir a jugar con Mercedes o Dominga, y me sentía demasiado lánguida para inventar juegos en solitario. Entonces pedí me dejaran lavar los cubiertos de la siesta, tarea que le correspondía a mi tía más joven. Yo sabía que ella estaba muy ocupada copiando las letras de sus canciones favoritas. Entonces, encantada con la idea, Lucy preparó la latona de hojalata con jabón