Relatos sueltos -Naomi
De "Las alas son para volar" En realidad se llama Teodora, pero cuando entró al mundo de los blancos, descubrió nombres que sonaban mejor y quiso cambiarse el suyo. En casa de Alicia Cohene encontró una revista de modas, y allí estaba una mujer muy negra pero fascinante, que vestía las ropas más finas, y se llama Naomi. Me quiero llamar así, dijo Teodora ante la mirada asombrada de su amiga, una jovencita rubia de ojos azules, la única que la aceptó desde el primer día. De piel cobriza y pelo negro y lacio, Teodora Moteroi llegó una mañana al colegio, apretando sus cuadernos contra el pecho, para que no se le notara el temblor. Siéntese allí, le dijo la maestra. La chica de al lado no pudo disimular su risita burlona cuando la vio vacilar ante la silla. Se quedó derechita, quieta, con la mirada fija hacia la profesora y el pizarrón. No quiso mirar hacia ninguno de los lados, porque adivinó decenas de ojos curioso...