Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2011

Memoria: Feria de San Josè-Uruguay

Imagen
(Publicado en La Naciòn el 30.10.2011) URUGUAY Historia de una feria que no quería dormir La cita literaria se realizó del 17 al 23 de octubre, en la ciudad de San José. La plaza estaba silenciosa. El lunes por la mañana, las carpas blancas ubicadas en la Plaza 33, que dieron cobijo a la sexta Feria de Promoción del Libro y la Lectura de San José (al sur de Uruguay), parecían en letargo. Los libros que no fueron “adoptados” por un comprador, aún estaban allí, esperando volver a sus lugares de origen, pero ya no había niños, jóvenes ni adultos tomando “por asalto” los estantes, para hojearlos. La feria se durmió en la noche del domingo, y volverá a despertar en un año, con mayores bríos, porque no quiere cerrar los ojos por mucho tiempo. Los componentes de la delegación paraguaya de escritores (Lita Pérez Cáceres, Rodney Zorrilla, Alejandro Hernández y Von Eckstein y esta humilde narradora) le dimos una última mirada a la ciudad, antes de regresar al solar propio. EXPE

Relatos sueltos- El regreso

Imagen
El viento mecìa las margaritas hacia la derecha. Allì, el rìo, manso, quieto, iluminado por la luz del sol, corrìa silencioso. El verde de la pradera continuaba en sus ojos. Viò a la joven correr entre las flores, eligiendo a la màs bella para colocàrsela en el pelo. La viò tambièn, sentada en la orilla, con los pies en el agua, mirando soñadora hacia la otra orilla, donde los àrboles tupidos formaban un impenetrable bosquecillo. Y la viò partir, cabizbaja hacia un lugar sin rìo, pradera ni margaritas. Ella volviò la vista para captura la imagen en su retina. Volviò a su paraiso, treinta años despuès. Todo estaba en su sitio... hasta los sueños de juventud, aguardàndola entre las margaritas silvestres de su campiña.

"Si" de Rudyard Kipling

Imagen
Si puedes mantener la cabeza sobre los hombros cuando otros la pierden y te cargan su culpa, si confías en ti mismo aún cuando todos de ti dudan, pero aún así tomas en cuenta sus dudas; si puedes esperar sin que te canse la espera, o soportar calumnias sin pagar con la misma moneda, o ser odiado sin dar cabida al odio, y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad: Si puedes soñar y no hacer de tus sueños tu guía; si puedes pensar sin hacer de tus pensamientos tu meta; si Triunfo y Derrota se cruzan en tu camino y tratas de igual manera a ambos impostores, Si puedes tolerar que los bribones, tergiversen la verdad que has expresado y que sea trampa de necios en boca de malvados, o ver en ruinas la obra de tu vida, y agacharte a forjarla con útiles mellados: Si puedes hacer un montón con todas tus victorias, si puedes arrojarlas al capricho del azar, y perder, y remontarte de nuevo a tus comienzos sin que salga de tus labios una queja; si logras

Opiniòn- Los "hermanos" de G.

Imagen
Publicado en La Nación (3.10-2011) Era invierno. Por alguna razòn, aquella tarde volvì a casa antes de lo habitual. Apenas abrì la puerta, vì a mi beba menor parada en la cuna, agarratita a la baranda, temblando y balbuceando de frìo, con la piel azulada y los ojitos brillantes. Estaba apenas vestida con un osito amarillo de algodòn... y hacìa muchìsimo frìo. Se me llenò de làgrimas el alma. Mi primer impulso fue abrazarla y tratar de darle calor con mi propio cuerpo, para luego abrigarla de inmediato y a continuaciòn enviarle a la “china” a la niñera, por descuidada e inhumana. Ella sì estaba calentita, mirando la telenovela con el mate en la mano, en la habitación que compartìa con las nenas màs grandes. En una anterior situación, cuando mi primera hija tenìa tres años, viviamos en un pequeño departamento; yo salìa a trabajar temprano y volvìa a casa al anochecer. Su niñera de entonces era encantadora. La cuidaba con cariño, jugaba con ella como si fuera otra criatura y raram